miércoles, 22 de enero de 2014

Los Guaraguao - Casas de Cartón

 Los Guaraguao - Casas de Cartón (1973)
Autor: Alí Primera 






Letra:Que triste se oye la lluvia
en los techos de cartón.
Que triste vive mi gente
en las casas de cartón.

Viene bajando el obrero
casi arrastrando sus pasos
por el peso del sufrir.
Mira que mucho ha sufrido
mira que pesa el sufrir

Arriba deja la mujer preñada
abajo está la ciudad
y se pierde en su maraña

Hoy es lo mismo que ayer,
es un mundo sin mañana.

Que triste se oye la lluvia
en los techos de cartón.
Que triste vive mi gente
en las casas de cartón.

Niños color de mi tierra
con sus mismas cicatrices
millonarios de lombrices
y por eso...
que triste viven los niños
en las casas de cartón.

Que alegres viven los perros,
casa del explotador.

Usted no lo va a creer
pero hay escuelas de perros
y les dan educación
pa' que no muerdan los diarios,
pero el patrón
hace años muchos años
que está mordiendo al obrero.

Que triste se oye la lluvia
en los techos de cartón
que lejos pasa la esperanza
en las casas de cartón.
Contexto: Nuestro pentagrama musical es un tributo hoy a la lucha guerrillera de toda nuestra América, en un panamericanismo musical, especialmente, un tributo a El Salvador y su guerra interminable, esa guerrilla sostenida por el pueblo durante años, y el imperialismo que reclutó a sus niños durante décadas para hacerlos enemigos de los ideales de su pueblos.
¿Cuál sería la finalidad del autor al escribirla? Fue escrita por el fallecido Alí Primera, cantante y compositor venezolano que con sus trabajos aprovisionó de combustible a la popularidad de Los Guaraguao. Esta canción, de poética sencilla, describiría la vida miserable en los cinturones de miseria de las urbes latinoamericanas.
¿A qué público iba dirigida?
¿Tuvo impacto en su tiempo? En el Salvador, Casas de cartón fue una canción prohibida por el gobierno. Estuvo unos días en radio, pero luego se dejó de escuchar. Fue una canción revolucionaria de los años setenta del siglo pasado, pero su letra sigue actual: el patrón hace años que sigue mordiendo al obrero. Los guerrilleros la cantaban en silencio en las noches para darse fuerza para seguir en su lucha y era esta misma la que se cantaba en los entierros clandestinos de los compañeros caídos. Si lo jóvenes reflexionaran esta canción serían más jóvenes y más revolucionarios. Pero la escuela ya no produce gente así, a lo sumo, sumisos.



VILLANUEVA SANTOS DULCE CRISTAL

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